Dos empresas constructoras se enfrentan en tribunales con el Servicio de Salud de Aysén, a la cual apuntan por diversas irregularidades en las obras de los hospitales de Cochrane y Puerto Aysén. La pugna involucra millonarios montos por problemas durante los trabajos y falta de respuestas. Con todo, desde el servicio se defienden y responsabilizan
Dos empresas constructoras se enfrentan en tribunales con el Servicio de Salud de Aysén, a la cual apuntan por diversas irregularidades en las obras de los hospitales de Cochrane y Puerto Aysén. La pugna involucra millonarios montos por problemas durante los trabajos y falta de respuestas. Con todo, desde el servicio se defienden y responsabilizan a las constructoras.
Una pugna por más de 15 mil millones de pesos es la que enfrenta a dos constructoras con el Servicio de Salud de Aysén (SSA). Todo estalló tras la inauguración de los nuevos hospitales de Puerto Aysén y Cochrane, obras en las que ambas empresas -por separado- acusan negligencia del organismo estatal.
De acuerdo a antecedentes judiciales revisados por la Unidad de Investigación de BioBioChile, CVV Ingetal S.A. y Besalco afirman que el servicio presentó los diseños de los flamantes centros de salud con serias deficiencias y errores. Los mismos, aseguran, se mantuvieron durante todo el transcurso de las obras debido a que desde la entidad no respondieron a cientos de solicitudes de aclaraciones.
Estos fallos, apuntan, no sólo retrasaron la entrega de las obras sino que además significó un aumento importante en los costos.
Y peor aún: Besalco acusa que en el Hospital de Cochrane la entidad pública le ordenó comprar e instalar equipos de aire acondicionado, pese a que no habían sido aprobados por el encargado del proyecto. Todo significó un costo de más de 1.300 millones de pesos.
Como corolario, para defenderse en los procesos judiciales, el servicio de salud decidió contratar el prestigioso estudio de abogados FerradaNehme por más de 60 millones de pesos. Ello, en desmedro del Consejo de Defensa del Estado, cuya representación -al ser un organismo público- hubiese sido gratuita.
“El Servicio solicitó en varias ocasiones el patrocinio del CDE y ante la imposibilidad de este último de asumir nuestra defensa y representación judicial, se buscó al estudio especializado más conveniente a los intereses públicos”, argumentan desde la repartición gubernamental.
LAS AMBULANCIAS NO PODRÍAN ENTRAR
Vamos por parte. Besalco fue la empresa designada para hacerse cargo de la construcción y de parte de la instalación del equipamiento del Hospital de Cochrane. Al poco andar todo se complicó.
En una demanda ingresada ante el Primer Juzgado de Letras de Coyhaique, la firma sostiene que tanto el proyecto original contratado a ejecutar, así como también el programa de trabajo aprobado, fueron alterados de forma permanente por el SSA debido a las serias deficiencias del proyecto original.
De hecho, la constructora asegura que la iniciativa desde sus inicios presentó numerosos errores, omisiones e indefiniciones, los que obligaron a Besalco a realizar más de 350 “Requerimientos de Información“. A su vez, la empresa argumenta que la deficiencia del proyecto los llevó a solicitar aclaraciones técnicas al SSA en 353 ocasiones, las que fueron respondidas con “mucha tardanza”.
¿El tiempo promedio de respuesta a los requerimientos por parte de la especialidad de Arquitectura? 102 días, reza el libelo.
En la demanda, Besalco señala que el Servicio de Salud de Aysén pasó por alto los vistos buenos necesarios del inspector técnico de obras (ITO), al obligarla, denuncian, a ejecutar una gran cantidad de obras extraordinarias y modificaciones.
Un ejemplo que la constructora cita es lo ocurrido con la zona de acceso de las ambulancias a Urgencias. En medio de los trabajos, descubrieron que debido a los niveles del proyecto de pavimentación diseñado por el SSA, los vehículos de emergencia sencillamente no podrían entrar a ese sector.
Debido a este error en el proyecto licitado, remarcan, los proyectistas -a través del ingeniero calculista- optaron por modificar la estructura metálica del Edificio de Urgencias.
“Esta Nota de Cambio fue aprobada y formalizada en el Modificatorio N°2 con un valor de $4.989.877 neto, siendo que su valor conforme al contrato es de $11.885.898 neto”, dice Besalco. Dicho de otro modo, a la fecha existe una diferencia en el monto de la Nota de Cambio N°36 “no reconocido por el SSA y el valor conforme al contrato de $6.896.021”.
En resumidas cuentas, la empresa acusa que fue obligada a ejecutar una obra diferente a la estipulada originalmente en el contrato, sobre la cual ambas partes, Besalco y el Servicio de Salud de Aysén, habían pactado un precio y plazo fijo. “De esta manera se provoca un desequilibrio económico que el SSA no ha querido reconocer voluntariamente” esgrimen.
EL CLIMA
Uno de los puntos más relevantes planteados en la demanda tiene relación con la compra de la maquinaria del sistema de clima para el Hospital de Cochrane. De acuerdo a Besalco, el episodio generó una “demora gigantesca para concluir el término de las obras”. Se estima cercana a los dos años.
Según se desprende de la demanda, esta dilación se deriva de los problemas asociados a las Unidades Manejadoras de Aire (UMAs). En simple, se trata de aparatos fundamentales para manejar los flujos apropiados de aire, limpieza, acondicionamiento de temperatura y porcentaje de humedad del recinto.
El 7 de septiembre de 2017, el ITO Sergio Vásquez, aprobó las 18 UMAs propuestas marca VTS, por lo que la Unidad Técnica y el propio ITO ordenaron a Besalco comprar a la empresa Cosmoplas estos dispositivos.
Lo anterior, pese a que éstos no habían sido aprobados por el proyectista del Sistema de Clima, quien había manifestado abiertamente su disconformidad por estas máquinas.
Es más, según el libelo, en una visita en la obra realizada en diciembre de 2019, el profesional reconoció ante un ejecutivo de Besalco, que dos años antes había expresado a personas del SSA sus reparos por el equipamiento de clima, razón por la cual le sorprendía que finalmente se hubiesen adquirido las UMAs que él, en su calidad de proyectista de clima, había rechazado.
Recién el 21 de noviembre 2019 -durante el proceso de Recepción Provisoria de la Obra- la nueva directora del Servicio de Salud de Aysén habría reconocido en una reunión llevada a cabo en las oficinas del Minsal en Santiago que había tomado conocimiento que “ciertos elementos del sistema de clima que se ordenó por el Servicio comprar en el año 2017, no habían sido aprobados por el especialista de clima que realizó el proyecto por no ser aptos”, detalla el documento.
Luego de dicha reunión, Besalco alega que el SSA le ordenó reemplazar, a su costo, las UMAs del sistema de clima.
“Frente a las decisiones abusivas impuestas por el SSA bajo amenaza del cobro de las garantías del contrato, Besalco, procedió a dar cumplimiento a los abusivos requerimientos del demandado y reemplazó las UMAs marca VTS por otras UMAs marca Trane”, se lee en la demanda.
Besalco sostiene que este reemplazo de equipamiento significó un mayor costo de 1.300 millones de pesos.
Con todo, la constructora remarca que todos los problemas derivados de los equipos es de responsabilidad del demandado, es decir, el Servicio de Salud de Aysén, ya que en palabras simples ordenaron la compra e instalación de maquinaria que no correspondía.
Tal como se adelantó, para defenderse en esta causa, el SSA contrató el prestigioso estudio jurídico FerradaNehme. En concreto, según se desprende del expediente judicial, el organismo se hizo de los servicios de Maximiliano Nissim Rallo y Marcela Rodríguez Montecinos, asociados del bufete.
Tal como constató BioBioChile, en total, el organismo estatal ha desembolsado -a través de dos órdenes de compra- más de 60 millones de pesos en favor del mentado estudio.
“Habida cuenta de la complejidad, especialidad de las materias y de las cuantías demandadas, el Servicio solicitó en varias ocasiones el patrocinio del CDE y ante la imposibilidad de este último de asumir nuestra defensa y representación judicial, se buscó al estudio especializado más conveniente a los intereses públicos”, explicaron desde la repartición gubernamental requeridos por este medio.
ACUSACIONES SIMILARES POR EL HOSPITAL DE PUERTO AYSÉN
Irregularidades similares se repiten en otra demanda interpuesta por el consorcio CVV INGETAL S.A., presentada ante el mismo tribunal a comienzos de este año.
Dicha empresa estuvo a cargo de la construcción de un edificio de tres pisos y un subterráneo, además de una decena de obras accesorias. Específicamente, la constructora presentó la acción judicial contra el Servicio de Salud de Aysén reclamando graves “conductas de abuso y de negligencia” de la entidad gubernamental. Por ello, demandó cobros por montos que superan los $11.100 millones de pesos.
Según afirma la empresa, el diseño original -al igual que en el caso anterior- contenía diversos errores de diseño, contradicciones y vacíos no resueltos, los cuales -según detalla INGETAL S.A- se mantuvieron durante toda la obra debido a que desde el SSA no respondían las solicitudes de aclaraciones.
Así, apuntan que el contrato original fue objeto de diversas enmiendas y modificaciones, “siendo reconocidas tan sólo una parte de ellas a través de ocho Convenios Modificatorios, que aumentaron el precio original” a un total de casi 6 mil millones de pesos.
“Es decir, se incrementó el precio contratado, en relación a su monto original en un 20,8%, en circunstancias que el límite expresamente establecido en las Bases, para la introducción de modificaciones al proyecto, era de tan solo un 10% del precio total”, se lee en la demanda.
Dentro de los incumplimientos contractuales que acusa el consorcio está la entrega de un deficiente proyecto de diseño por parte del SSA, “lo que, a su turno, desencadenó otro abanico de incumplimientos intrínseca y directamente asociados”.
A su vez, la empresa apunta al SSA por no pago de la totalidad del precio pactado debido a “diversas decisiones erradas adoptadas y aplicadas por el Servicio de Salud” durante la ejecución del contrato. Entre estas, se detalla, se encuentran descuentos indebidos de partidas o ítems del proyecto original y sus modificaciones luego de recepcionada provisoriamente la obra por el mandante además de “multas improcedentes o descuentos carentes de sustento contractual al tiempo de la restitución de las retenciones del contrato”.
DESCARGOS DEL SERVICIO DE SALUD DE AYSÉN
Requeridos por BioBioChile, desde el SSA expresaron estar “comprometidos en entregar la mejor salud y permitir el acceso de toda la ciudadanía, dado que no existen prestadores privados, por lo que la responsabilidad se basa en entregar y resguardar la salud de toda la región, comenzando desde la alejada isla de Melinka, por el norte; y hasta la austral Villa O’Higgins, por el sur”.
“Dichos proyectos de construcción, como toda obra, tienen varias etapas para su materialización, en ellas intervinieron diversos profesionales tanto de nuestro Servicio de Salud como también del MINSAL, Gobierno regional y de MIDESO, porque el diseño y ejecución de un establecimiento hospitalario es necesariamente técnico, complejo y multidisciplinario”, espetaron.
Respecto a las acusaciones de las empresas por deficiencias y errores en los diseños de los Hospitales de Puerto Aysén y Cochrane, el Servicio de Salud de Aysén asegura que esto no es efectivo.
“Toda obra hospitalaria es compleja, estas se deben ir adecuando a los cambios normativos, sanitarios y de especialidades. Por lo cual cada modificación de contrato que trajo como consecuencias aumentos, disminuciones o ejecución de obras extraordinarias, debidamente validadas y aprobadas, fueron pagadas a la empresa”, contrastan.
En ese sentido, rechazaron de plano que haya habido desidia en su actuar. “Por el contrario, diferentes equipos multidisciplinarios compuestos por distintos profesionales y técnicos, no solo de este servicio como se ha dicho, realizaron rigurosamente todas las acciones que exigen los contratos, bases y especificaciones técnicas, pensando en el bien de la comunidad para sacar adelante estos complejos proyectos de construcción”, argumenta el servicio.
En cuanto a la polémica compra de las UMAs que finalmente debieron ser desinstaladas para ser reemplazadas, el SSA indica que es responsabilidad de la empresa. “Así mismo lo consideró Contraloría en las dos presentaciones que efectuó la constructora intentado evadir su responsabilidad. Recordar que Besalco S.A. entregó las obras con casi 2 años de retraso generando un impacto severo en la comunidad de la zona austral y afectando las condiciones laborales del personal de salud”, recalcan.
“Como servicio público nuestro deber es velar por la comunidad y que la obra satisfaga las necesidades de ésta y así se hizo, se hace y se seguirá haciendo”, sentencian.
Créditos www.biobiochile.cl