Por Benito Hernando Sánchez
No sólo los militantes y simpatizantes de la centro derecha estaban pendientes de los resultados de la elección primaria del pasado domingo 9 de junio. También se mantenían muy pendientes los cercanos a la actual administración del Gobierno Regional de Aysén, donde el equipo de Andrea Macías observaba sigiloso los resultados de una consulta -que en un principio no le daban mucha consideración y que ahora les ‘pone piedras en el camino’-, pensando en lograr una reelección este próximo 27 de octubre.
Ahora el validado postulante de Chile Vamos, Marcelo Santana Vargas, concita la expectación por la fortaleza que presenta como hombre de familia, profesional, ex alcalde, ex consejero regional y ex jefe de la Subdere en Aysén, como también por el liderazgo que evidenció en la conducción de la AREMU donde logró aunar a todos los alcaldes de las diez comunas del territorio.
¿Qué pasa ahora? Que, del total del padrón electoral en la región, cerca de 94 mil personas y fracción, quien quiera ser electo Gobernador en primera vuelta deberá sumar más de 30 mil votos a fines de octubre. En otras palabras, Andrea Macías debería doblar su votación que la llevó a la presidencia del Consejo Regional de Aysén, lo que parece una tarea titánica conociendo el descontento unánime y generalizado a su gestión en todo el litoral, en el mundo de emprendedores, la industria del turismo, la ganadería, el comercio, la construcción, más las organizaciones gremiales y vecinales, entre otros, y que según sondeos realizados a marzo de 2024, le habrían mermado sus electores originales en cerca de 3.800 personas.
Entonces, hoy un Marcelo Santana se levanta con el apoyo mancomunado de los candidatos como Fernando Guzmán de Renovación Nacional y Jorge Sepúlveda, independiente; más las respectivas colectividades que ven en el Ingeniero Ambiental una figura con amplias posibilidades de competir y lograr un triunfo que le permita a la Región de Aysén salir del estancamiento actual, que es responsabilidad de la administración actual del Gore y la displicencia de la Delegación Presidencial y su Gabinete local.
Ahora los ajustes se ven en ambos equipos de los candidatos, en donde la izquierda trata en todos los programas de debate político instalar ‘que todo va de maravilla y que la gobernadora, como el presidente han sido transformadores y que hoy estamos mucho mejor que hace dos años y medio atrás’. Un mensaje que no convence y que en la práctica no resultó y las evidencias son claras, porque todos las sufrimos la crisis actual, que se refleja en altos niveles de cesantía, miedo a la delincuencia, incertidumbre económica y un total desapego a la realidad por parte de las actuales autoridades del Gobierno Regional.
Por el lado de Marcelo Santana, ya comenzaron las reuniones entre los partidos de Chile Vamos, las mejoras en la propuesta programática que acompañará su postulación y también las estrategias para atraer el voto de los indecisos y de quienes ya no ven en su contendora oficialista lo que la región necesita.
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